domingo, 11 de septiembre de 2011

Luz, cámara y ¡acción!

Hace unas semanas nos invitaron a comer. Una compañera de pega de Cristián estaba gravando un programa de cocina para un canal del cable y la idea era juntar a algunos extranjeros y mostrarles distintos platos tradicionales coreanos. ¡Yo feliz! No tanto por la comida, pero me tincó entretenido conocer gente de distintos países y más encima para un programa. Chori, ¿cierto?

Bueno, la comida iba a hacerse en la casa de otra persona de Samsung. Un invitado más, pero con cocina grande.

Se supone que los comensales debíamos llegar a las cinco de la tarde. Todo debía estar listo a esa hora. A las cinco en punto hablamos con la persona que estaba organizando todo y nos pidió llegar más tarde. Estaban atrasados. Fome, porque yo tenía todo fríamente calculado con Cristóbal y sus horarios, pero OK…no me hice problemas.

Finalmente llegamos cerca de las siete. Como ya era tan tarde estuvimos a punto de no ir, pero la niña nos rogó que llegáramos, asegurándonos que sería súper cortito todo.

Cristóbal se durmió en el coche, así que ni se enteró de dónde estábamos.

Lo primero que noté fue que éramos los primeros en llegar. ¡Valor! La súper conductora del programa era una coreana/alemana, amorosa, pero se notaba que estaba estresada. Nos presentó a los camarógrafos y al dueño de casa. Un polaco in-so-por-ta-ble. Alto, rucio, con colita y pesado como elefante en brazos. Nos miró con cara de querer matarnos, no nos habló ni una palabra y andaba con cara de trasero purulando por todos lados, verificando que nadie tocara nada, haciendo suspiros de descontento cuando notaba algo que no le gustaba, etc. Con Cristián nos mirábamos y a lo único que atinábamos era a reírnos de la situación en la que estábamos. Tras unos minutos ETERNOS llegó un alemán. Este era simpático, menos mal. Habló más y al parecer era amigo del idiota porque se hablaban con cierta “confianza”, aunque el gigantón este no cambiaba la cara de ass. Claramente estaba furioso con lo tarde que se había hecho. Él había prestado su casa para hacer este programa, pero al parecer con CERO ganas. De hecho al rato nos dimos cuenta que su polola estaba encerrada en una pieza, sin salir ni siquiera a decir ‘hola’. Súper cordial ella…

Media hora y varios llamados telefónicos después apareció una rusa. Tonta como una puerta la pobrecita. Hablaba puras leseras y se reía sin cachar que todos la odiaban por lo tarde que había llegado. Al menos se reía, así que igual hablé con ella.

En un intento por amenizar la velada Cristián se puso a conversar con el alemán simpático y por supuesto el tema en común era la pega. No alcanzaron a decir ‘Sams…’ y el adorable dueño de casa los para en seco, diciéndoles que no podían mencionar “la marca” ya que estaban en algo nada que ver…que estaba ‘prohibido’. Otra risita cómplice entre nosotros y al silencio nuevamente.

Finalmente partió la grabación y nos sentamos en el suelo. La comida era CERDA. Todo estaba helado, calentado y recalentado mil veces, seco, duro…ufffff. El menú eran unos tallarines con salsa de champiñones –suena rico, pero no lo era-, tortillas de cebollín y una especie de cazuela de pollo que era un poquito mejor que tomar agua de calcetín. Mala, mala, mala…el pollo entero adentro (los pollos son enanos acá) y la galla cortándolo con tijera para servirlo. ¡¿Qué hago acá?! Teniendo que probar cosas que jamás hubiera puesto en mi boca en otra circunstancia y poniendo caras de agrado cuando sólo quería salir corriendo. Al lado mío la rusa decía, después de dos cucharadas, que no quería más porque iba a engordar y la corana/alemana queriendo asesinarla la obligaba a comer. ¡Qué agradable velada!

En un momento de pausa de la grabación la anfitriona pidió al dueño de casa que el aire acondicionado apuntara a otra parte, porque le llegaba justo en la cara. Cristián estaba al lado del aparatito, así que se paró y movió la rendija hacia un lado. “Noooo!!”, saltó nuestro nórdico amigo, “that’s not a manual machine!”. Ahí nos reímos fuerte ‘cara de palo’ no más, ¡qué gallo más histérico!”. A mí ya me tenía más que sobrepasada su pésima actitud, pero no pensaba darle en el gusto haciéndome la ofendida o enojándome.

Mientras comíamos yo le comenté a la rusa que no sabía comer bien con palitos y este tipo ‘mete su cuchara’, diciéndome que efectivamente los estaba tomando como una niña. Ventana abierta para sarcasmo –pensé-, así que de inmediato le dije: claro, es que tengo el corazón de una niña…supongo que tú los estás tomando como anciano. Ni me fijé en su reacción porque al tiro desvié la mirada y no lo volví a ver, pero no me volvió a hacer comentarios. La rusa se rió al menos.

Luego de lo que pareció una eternidad por fin la comida se terminó. Cada uno dio su opinión a las cámaras de qué le había perecido todo, diciendo si ese tipo de platos se adecuarían a sus respectivos países. Todos mentimos, obvio.

Cristóbal se despertó justo, así que lo pudimos usar de excusa para irnos de inmediato. El dueño de casa no se despidió. Estaba ocupado ordenando la cocina para que el resto también se fuera pronto, me imagino.

No supimos más de nadie. Ningún mail ni llamado agradeciendo nuestra disposición.

Al fin de semana siguiente, en un paseo organizado por Samsung, nos encontramos en el bus con el polaco desgraciado y su polola –que era coreana, by the way- y ni siquiera nos miramos. Él saludó a Cristián en un momento en que yo estaba lejos y eso fue todo, pero nos miró todo el rato. No sé por qué, pero creo que está con vergüenza por cómo se comportó. ¡Sería lo mínimo! Después de todo, ¿qué culpa teníamos nosotros si la cuestión se alargó y la polola se enojó? Sólo quisimos ser amorosos, ir, ayudar a esta tipa que necesitaba gente y quizá conocer a personas simpáticas. Nada de eso pasó, pero esa fue nuestra intención.

Bueno, al final no todas las experiencias son buenas, está claro, pero al menos nos sirvió para salir en la tele…jajajjajaa.

2 comentarios:

  1. Estimada chilena en Corea; llevo un par de semanas al tanto de tus peripecias, y me parece que son un excelente aporte! Me cago de risa! Ya ya estas n 1 en los favoritos del blackberry; un minutito de espera y a acordarse de la compatriota en la selva posmoderna oriental. Y bueno, las mejores vibras pa los tres! Ya tienes un seguidor fiel!!
    PD: te consigo datos de unos cercanos que organizan fonda en seul. Pa que no pase penita por falta de chicha y empaná.
    Daniel R.

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  2. Qué amoroso, Daniel! Espero estar a la altura de tus expectativas...
    Saludos!
    Todos los datos serán MAS que bienvenidos :)

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Gracias!